Casi ninguna persona tiene la vida que desea o las cosas que querría tener, la familia idea, su pareja soñada o el trabajo que siempre quiso. Cuando hacemos deporte, no somos tan buen@s ni conseguimos todo aquello que querríamos conseguir y, por supuesto, esta sociedad y sus cánones nos impiden vernos como somos, siendo personas imperfectas que buscan ser felices con su vida y sus acciones aunque la felicidad, muchas veces, no sea más que un cumulo de momentos en los que no piensas y disfrutas al máximo. Como dice una frase muy famosa: “La vida es aquello que sucede mientras te esfuerzas en hacer otros planes”. Esa es mi vida también, una vida plagada de sueños, anhelos y la continua sucesión de “catastróficas desdichas” que me han traído hasta el día de hoy…no digo que esto sea una mierda, he aprendido a querer vivir a base de golpes porque, cada uno de ellos, ha sido una lección. No es que haya piedras en el camino es que no existen caminos sin ellas y, si existiesen, no harían de nuestra vida algo que mereciera la pena vivir.
Yo no pedí lo que me pasó, ninguna de las cosas, por eso luché contra ellas, contra ser una mujer que nació mientras todo el mundo le decía que era un hombre. No pedí odiar mi cuerpo, tampoco que la tomaran conmigo en el colegio o que pasara lo que pasó con mi pareja, siempre he peleado porque todo eso saliera bien pero…las cosas no suelen ser lo que queremos sino el resultado de muchas circunstancias en la vida. Muchas veces me han preguntado si me hubiera gustado nacer como soy ahora, quitarme de encima el peso de mi infancia, adolescencia y parte de la vida y, la verdad, no sabría que decir…soy el resultado de lo que he vivido y, si no hubiera pasado por eso, ahora no sería quien soy…puede que hubiera sido mejor, o no, pero preguntarse eso es el inicio de la locura…o de la depresión que puede ser incluso peor que lo anterior.
Muchas personas dicen que el haber pasado por el quirófano tiene remedio, que podía haber algún psicólogo que me hiciera darme cuenta de que no estaba pasando lo que yo creía que pasaba. Todas esas personas, con todo el respeto del mundo, no tienen ni pajolera idea de lo que las y los profesionales de la salud mental intentaron para convencerme de que no me pasaba nada…antes de llegar a la cirugía o, incluso, a las hormonas intentaron de todo para que yo les dijera: “No hombre, que era coña, ahora mismo me vuelvo a casa a ser feliz como debería de haber hecho estos últimos 34 años…” ¿suena bien, verdad? Pues podía ser verdad sino fuera porque durante esos mismos años yo misma fui mi propio enemigo, diciéndome que no me pasaba lo que me pasaba, deseando eliminar partes de mi cuerpo, sufriendo cada día con lo que veía en el espejo…es jodido juzgar esto y, sin embargo, mucha gente lo hace y sabe exactamente lo que sentía y lo que soy…realmente, no sé si me di un golpe en la cabeza, me caí en una marmita de perfume o simplemente nací así pero esta realidad fue lo suficientemente jodida para como para que, cada momento, me estén diciendo que no es verdad y que saben exactamente lo que soy…nadie sabe lo frustrante que es el hecho que la infantilicen a una de esa manera.
Izaro, solo es una persona normal, fuera de todo lo que puedan haber leído sobre mí, una persona miedosa, con poca autoestima, muy borde y bastante agorera…soy confiada, divertida, cariñosa y bastante bromista (de hecho, muchas veces me paso), también soy obstinada, combativa pero frágil ya que puedo perderme tan fácil como me encuentro…todo esto, es el resultado de mi vida todo forma parte de una historia con su comienzo, nudo y desenlace aunque, ahora mismo, no logro saber en qué parte de ella me encuentro ya que esto da muchas vueltas y no sabemos dónde vamos a estar mañana ni cómo puede acabar nuestra historia.
Me gusta escribir sobre lo que pasa en el mundo, ser bastante política en mi discurso pero hoy quería escribir sobre mí, sobre quien soy y como he llegado hasta aquí. Puede que, a veces, la gente se quede en que soy una mujer transexual y eso le dé pie a saber todo sobre mi o que le pase lo contrario, es decir, no sepa cómo reaccionar ante ello por desconocimiento del medio…también me he encontrado con gente que, simplemente, el hecho de saberlo ha hecho que no quiera saber nada de alguien como yo. He visto todo tipo de reacciones y pocas veces he podido decirle a todas esas personas que me quisieron conocer y, al ver quien era, dejaron de querer hacerlo, quizá me consideraban una mentirosa o, simplemente, no querían mezclarse con alguien como yo…no odio a ninguna de esas personas, ni les reprocho o tacho de nada, cada cual reacciona de una manera ante lo que aparece frente a ella y ya está.
Hoy solo quería dedicar mi rinconcito a decirle a todas aquellas personas que no saben quién soy, como he cambiado o como soy ahora mismo que no pasa nada, no os perdéis nada, pero si queréis conocer a esta loca de la bici y todo lo que tiene detrás de verdad, aquí en este rinconcito, puede encontrar parte de mi…había una entrada en el blog que se titulaba LA NIÑA QUE SOÑABA CON SER ELLA pero nadie podrá saber nada de mi sino pregunta o intenta saber exactamente quién y cómo soy. Os aseguro que hay muy pocas personas que pueden decir que me conocen porque yo también necesito mi espacio seguro para ser yo y poder sentirme libre pero…a ti, que estás leyendo esto, solo te queda preguntar…
EL RESTO, ES HISTORIA…
PINTANDO LAS NUBES 